José Bretón amor celoso "Soy mala persona"

sumario:




El sumario de la instrucción del caso recoge, así mismo, que Bretón llegó sólo al parque donde supuestamente desaparecieron los niños. Así lo avaló un informe encargado por la Policía a la Universidad de Valencia, en el que se analizaron las imágenes del coche de Bretón en el trayecto que hizo de Las Quemadillas hasta el parque.


José Bretón ha mantenido siempre, y así lo hizo en su tercera y última por el momento declaración ante el juez, que perdió a los niños en el parque. Pero no contaba con un detalle que ha sido una de las claves para que el juez desmonte su versión: una cámara de seguridad en el lugar en el que supuestamente perdió a sus hijos, la Ciudad de los Niños del Parque Cruz Conde.


En tan sólo diez minutos, Bretón fue capaz de hacer desaparecer a sus hijos. Así se desprende del auto de procesamiento dictado por el juez instructor del caso, en una información que recoge ABC. Así, el auto señala que en ese tiempo Bretón se deshizo de sus hijos, aunque también abre la posibilidad a que fueran traspasados al coche de una tercera persona, algo que ya se había apuntado al conocerse el auto., el auto recoge que Bretón salió de la finca de Las Quemadillas, propiedad de sus padres, a las 17:30 del 8 de octubre de 2011, día en que denunció la desaparición de sus hijos. A las 17:49, su iPhone genera una señal de localización en un punto que dista no más de 12 minutos de la finca. Por tanto, el tiempo restante sería el que Bretón habría necesitado bien para deshacerse de sus hijos bien para traspasarlos al coche de una tercera persona.


Aunque el abogado de Bretón ha negado punto por punto los datos del sumario, lo cierto es que el juez asegura que Bretón premeditó la desaparición de sus hijos, y que durante la menos el mes previo estuvo planeando todo. Y a ello dedicó todos sus esfuerzos, incluidas noches en vela y horas enteras pensando cómo podría llevar a cabo su plan. Tal era su obsesión que llegó a usar a sus propios sobrinos para ver cómo reaccionan los niños pequeños cuando se les deja solos.


Hacerse el mártir
Muchas personas recurren a hacerse el mártir como una estrategia para conseguir el afecto o atención porque se ha vuelto muy popular en los últimos años. Es parte de la cultura universal, el afligido, el sacrificado, el adolorido, el humilde, el discriminado, el indefenso, el discapacitado, el pobrecito, y por otro lado; el salvador, el caritativo, el buena gente, etc. y para muestra el Bretón cualquier otro héroe inventado o exagerado, todo esto desde que somos pequeños,  la vida misma te demuestra que muchas veces ser el que convaleciente no es tan mal después de todo , que sacrificarse es bueno sólo si se lo haces notar al mundo y que al final todos cuentan con un privilegio  del destino que es una paga justa a todo el sufrimiento que tuvieron o al sacrificio que hicieron.
Hoy en día vemos este comportamiento en mucha gente por todo el mundo; en la música, en el cine, en la literatura, en las pinturas, miles de personas autoflagelandose, miles de personas llorando, miles de personas buscando una oscuridad resurgente.


un extraño pacto


Ya sin la creatividad, el ingenio, el desparpajo ni esa capacidad casi inagotable para sorprender, regalaron los dos primeros capítulos (que consiguieron, entre otros muchos méritos, participar nada menos que en la competencia oficial del periodismo tv), esta película se circunscribe a la apuntada solvencia  y a la irrupción de algunos chispazos en los que vuelve a aflorar ese humor irreverente que convirtieron a Bretón  en personajes  tan cruel y con destino de clásicos. Se trata, por lo tanto, de una despedida , pero al mismo tiempo bastante lejana de los mejores y más memorables de momentos  a las presiones propiamente judiciales .


burlas crueles


Tuve un presentimiento extraordinario ..que de repente yo era lo más importante en la vida de Rutz Ortiz.
Mala suerte, chica tú sabías que lo hice yo, yo sabía lo que había hecho, pero no pudiste demostrarlo.

Yo te declaro  


Criminal lunático y lo condeno a prisión perpetua por la eternidad