Cuando Muere Un Ser Querido inesperadamente .







“Sola en la casa, anhelaba escuchar la voz de alguien por teléfono. Miraba por la ventana pasar los automóviles, ansiando que alguno detuviera la marcha, que se acercaran pasos, que llegara alguna visita. Podía ser cualquiera. Yo necesitaba hablar.

La muerte es algo muy real. Sucede a nuestro alrededor, y a veces golpea muy cerca de nosotros. Y cuando esto sucede, a la mayoría de nosotros nos toma totalmente desprevenidos.
Es importante saber estas cuatro cosas, porque como amigos o parientes tenemos un gran poder en ese momento,   para ayudar. 1.- Estemos prontos a oír a las personas que están pasando por tan dura prueba. Aprenderemos que las personas que afrontan la muerte tienen mucho que decir, y que les urge decirlo. Sienten emociones muy fuertes y a veces les parece que van a enloquecer si no pueden confiarle a alguien lo que les pasa. Necesitan hablar; necesitan que alguien les escuche.

¿Puede usted hacerlo? ¿Es capaz de mantener la boca cerrada y los oídos abiertos” a veces no sabrá cómo responder ni qué decir. Entonces no diga nada. El silencio encierra mucho de emotivo y de hermoso. También lleva el mensaje; “Aquí estoy. Te estoy acompañando. No sé qué decir, pero no me iré; me quedaré a tu lado y haré por ti todo lo que pueda”. Este mensaje se recordará cuando todas las palabras se hayan olvidado.

2.- La segunda cosa que podemos hacer por alguien que está sumido en el dolor y la consternación de la muerte es dejarle sentir lo que está sintiendo. Esto es no tratar
dedisuadirlo de sus sentimientos ni de obligarlo a sobreponerse a ellos. Si no nos cuidamos, podemos decir cosas inaceptables como las siguientes: “No debes sentirte así, querida”. “Tienes que ser valiente”. “Anímate; todo se resolverá”. “No llore; hay que dejar de llorar y seguir viviendo”.

Estos consejos generalmente cuando no pensamos en las necesidades del otro sino en las nuestras. Son el producto de nuestra incapacidad para hacer frente a los sentimientos de congoja, nuestra incomodidad ante las lágrimas, nuestra angustia ante el dolor ajeno.

No hay que decirle a la persona afligida que olvide su aflicción; lo que necesita es expresarla. No hay que decirle que domine sus lágrimas o deje de llorar; lo que necesita es precisamente llorar.

Cuidarte a ti mismo

La pérdida de un ser querido puede ser estresante. Cuidarte a ti mismo en cosas pequeñas, pero importantes, puede ayudarte a enfrentarla. Aquí hay algunas cosas que quizás te ayuden:
  • Recuerda que la aflicción es una emoción normal. Debes saber que la aflicción puede desaparecer (y va a desaparecer)
  • Participa en los rituales. Los servicios religiosos, los funerales y otras tradiciones ayudan a la gente a superar los primeros días y a honrar a la persona que falleció.
  • Reúnete con otros. Incluso las reuniones informales de familiares y amigos brindan una sensación de apoyo y ayudan a la gente a no sentirse tan aislada durante los primeros días y semanas del duelo.
  • Cuando puedas, habla de ello. A algunas personas les ayuda contar la historia de su pérdida o hablar de sus sentimientos. En ocasiones, una persona no tiene deseos de hablar. Eso también está bien. Nadie debe sentirse presionado a hablar.
  • Exprésate. Aun cuando no sientas deseos de hablar, encuentra maneras de expresar tus emociones y tus pensamientos. Comienza a escribir un diario sobre los recuerdos que tienes de la persona que perdiste y de cómo te sientes desde la pérdida. O escribe una canción, un poema o un tributo a la persona que falleció. Puedes hacerlo de manera privada o compartirlo con otros.
  • Haz ejercicio. El ejercicio puede cambiar tu humor. Puede resultar difícil sentirse motivado; por lo tanto, modifica tu rutina normal si es necesario.
  • Aliméntate bien. Seguramente tengas deseos de saltear comidas o quizá no tengas hambre, pero tu cuerpo necesita comida nutritiva.
  • Únete a un grupo de apoyo. Si consideras que puede interesarte concurrir a un grupo de apoyo, pregúntale a un adulto o a un consejero escolar cómo unirte a uno. Lo que debes recordar es que no tienes por qué estar sólo con tus sentimientos o tu dolor.
  • Expresa y libera tus emociones. Si tienes deseos de llorar, no te reprimas. No te preocupes si escuchar determinadas canciones o realizar algunas actividades resulta doloroso porque te trae recuerdos de la persona que perdiste. Esto es normal. Después de un tiempo, será menos doloroso.
  • Crea un memorial o un tributo. Planta un árbol o una planta, o recuerda a la persona con algo saludable, como participar en una maratón o caminata a beneficio (por ejemplo, una carrera por el cáncer de mama) en honor del ser amado.

Conseguir ayuda para un duelo intenso

Si tu dolor no disminuye después de un tiempo de la muerte del ser amado, es posible que desees recibir ayuda. Si el duelo se transformó en depresión, es muy importante que se lo digas a alguien.
¿Cómo saber si el duelo está durando demasiado tiempo? Éstas son algunas de las señales:
  • Has estado de duelo durante 4 meses o más y no te sientes mejor.
  • Te sientes deprimido.
  • Tu dolor es tan intenso que sientes que no puedes continuar con tus actividades habituales.
  • Tu dolor está afectando tu capacidad para concentrarte, dormir, comer o socializar como lo hacías normalmente.
  • Sientes que no puedes continuar viviendo después de la pérdida, o piensas en el suicidio, la muerte o en lastimarte a ti mismo.
En cierta medida, es natural que una pérdida haga que las personas piensen en la muerte. Pero si la pérdida ha hecho que pienses en el suicidio o en lastimarte a ti mismo de alguna manera, o si sientes que no puedes continuar viviendo después de tu pérdida, es importante que se lo digas a alguien de inmediato.
La ayuda de un terapeuta profesional puede serte útil, porque te permite hablar de tu pérdida y expresar sentimientos intensos. Muchos consejeros se especializan en trabajar con adolescentes que están luchando contra la pérdida de un ser querido y la depresión. Si te gustaría hablar con un terapeuta y no estás seguro por dónde empezar, pregúntale a un adulto o a un consejero escolar. Tu médico también puede recomendarte a alguien.

¿Alguna vez lo superaré?

Los amigos y familiares bien intencionados pueden decirle a una persona que está de duelo que necesita "seguir adelante" después de una pérdida. Lamentablemente, este tipo de consejo puede hacer que las personas duden en hablar de su dolor o que sientan que están haciendo un mal duelo o uno demasiado prolongado, o que no son normales. Es útil recordar que el proceso de duelo es sumamente personal e individual: no existe una manera correcta o incorrecta de hacer duelo. Cada persona necesita su propio tiempo para encontrar alivio.
Sin embargo, es importante que las personas que están atravesando un duelo no pierdan las ganas de vivir. Si no te gusta la idea de seguir adelante, tal vez la idea de "continuar" te parezca más adecuada. A veces, puede ayudarte recordarte a ti mismo continuar haciendo todo lo que puedas por el momento. Permítete estar triste e intenta no escaparte de tus emociones. Pero continúa haciendo cosas que normalmente harías, como estar con amigos, ocuparte de tu mascota, practicar ejercicio o hacer tus tareas escolares.
Seguir adelante y aliviar la aflicción del duelo no significa olvidarse de la persona que has perdido. Volver a disfrutar de la vida no significa dejar de extrañar a esa persona. Y cuánto tiempo pasará hasta que comiences a sentirte mejor no es una medida de cuánto amabas a esa persona. Con el tiempo, gracias al cariñoso apoyo de la familia y los amigos, y a tus propias acciones positivas, descubrirás maneras de enfrentar hasta la peor de las pérdidas.

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